LA MIGRACIÓN, EMIGRACIÓN, CAUSAS Y CONSECUENCIAS.
Las causas de una migración:
Crisis económica, pobreza o
hambruna. Cuando las condiciones de vida en un país o
región se deterioran más allá de lo soportable, es común que las poblaciones
humanas empiecen a migrar, buscando oportunidades en otros lugares.
·
Guerras y conflictos
armados. La violencia hace a menudo inhabitables las ciudades y los países, forzando a sus
habitantes a emprender la marcha hacia zonas pacíficas o ajenas al conflicto.
·
Exilios y persecuciones. Los cambios de régimen político
suelen acarrear cambios radicales en las reglas de juego de la sociedad, y en
esos casos algunas personas o colectividades son obligados a abandonar sus
hogares y sus vidas, expulsados fuera del país, o bien huyen para salvar la
propia vida.
·
Desastres
naturales. Cataclismos, desastres climáticos, grandes
accidentes industriales o energéticos, y un gran etcétera de accidentes que
dificultan la vida en el lugar de origen.
Consecuencias de la migración:
Las migraciones humanas
suelen tener grandes repercusiones en tanto el lugar de origen como el de
destino, como son:
·
Cambios demográficos. Esto incluye el vaciamiento de ciudades
y regiones del lugar de origen, generando un vacío cultural y económico
que a veces complica aún más las cosas para quienes se quedan, y la llegada
masiva de migrantes al lugar de destino, generando una mayor demanda de recursos locales.
·
Intercambio cultural y étnico. La mezcla y el mestizaje, la
hibridación de las culturas y
de las razas, aporta insumos nuevos y frescos tanto a
la sociedad de destino como al pozo genético de su población,
potenciando la diferencia, variedad y riqueza cultural.
·
Cambios de la dinámica económica. Los emigrantes a menudo envían
dinero a sus familiares dejados atrás, lo cual representa un movimiento
económico nuevo y adicional en el lugar de destino. Al mismo tiempo brindan
fuerza de trabajo a su nueva sociedad y a veces las riquezas que lleven
consigo.
·
Xenofobia. La
resistencia a la migración por parte de los pobladores del destino puede
alcanzar límites peligrosos y desencadenar violencia, racismo y otras manifestaciones
extremas.
Causas de la emigración:
Los factores que influyen en la emigración se
agrupan en un proceso de “empuje y halado” que busca clasificar a partir de las
siguientes interrogantes: ¿Qué empuja a un individuo fuera de su nación
originaria? Y, ¿Qué lo hala hacia otro destino?
La noción generalizada sobre la emigración se
basa en el deseo del individuo por escapar de las circunstancias negativas que
existan en su propio país y que afecten su desarrollo y calidad de vida como
ciudadano.
Entre las causas de “empuje”, que llevan a la
salida de un país, se han listado: falta o ausencia de oportunidades laborales
y/o educativas; ausencia de derechos políticos constitucionales; persecución
por aspectos raciales, de orientación sexual o religiosa; ausencia de garantías
y opresión política por parte del gobierno de turno; un fallido sistema
económico; conflictos bélicos internos (guerrillas, terrorismo); conflictos
culturales y altos índices de criminalidad e impunidad.
Hoy en día se pueden observar muchos de estos
elementos presentes, sobre todo en países subdesarrollados o en vías de
desarrollo (caso de América Latina, por ejemplo), donde las dificultades en materia de
seguridad, economía y política conducen a la emigración por parte de sus
ciudadanos.
Las naciones africanas y asiáticas son centro
de conflictos internos de carácter bélico bajo justificaciones raciales,
culturales o religiosas; lo que también conduce a una gran cantidad de la
población en buscar refugio en naciones menos conflictivas.
Consecuencias
de la emigración:
A pesar de que la emigración ha demostrado
representar una solución para quienes se ven acorralados dentro de su propia
nación, el aumento de los desplazamientos desde distintas naciones en el mundo
en busca de oportunidades en aquellas que parecen demostrar una mayor
estabilidad, ha despertado nuevamente percepciones negativas entre los
ciudadanos.
La xenofobia, el racismo, la intolerancia religiosa
han vuelto a palparse en las sociedades occidentales en contra de los procesos
migratorios.
Estas conductas han resultado en el
endurecimiento de las medidas migratorias por parte de potencias como Estados
Unidos y la Unión Europea, por ejemplo.
El mestizaje y adaptación cultural es otra
consecuencia de las migraciones internacionales del siglo XXI. Las nuevas
generaciones que se ven en la posición de desplazarse hacia otras naciones
pueden vivir un proceso de adaptación más difícil, sobre todo si su cultura
originaria se encuentra bastante arraigada en sí mismo, pudiendo generar un
mayor choque con aquellas personas originarias del país destino.
Hoy en día son pocas las naciones que no
permiten la emigración legal de sus ciudadanos; sin embargo, no siempre es un
proceso fácil.
Las malas condiciones económicas de algunas
naciones no solo no permiten el pleno desarrollo de sus ciudadanos, sino
tampoco le brindan la oportunidad de poder salir de él.
Las regulaciones migratorias a nivel global que
se han implementado en los últimos años han demostrado no ser lo
suficientemente efectivas para enfrentar las olas migratorias de todas partes
del mundo que buscan concentrarse en una pequeña porción de naciones.
De igual manera, las naciones deben trabajar en
legislaciones y medidas que garanticen la correcta adaptación de quienes
lleguen a sus territorios (bajo las condiciones que sean), de manera tal que se
puedan minimizar los conflictos entre los inmigrantes y los ciudadanos locales.
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