Tasa de Empleo
Se conoce como tasa de empleo a la razón entre la población ocupada y la población económicamente activa (que está en condiciones de formar parte del mercado laboral). El índice más habitual, sin embargo, es la tasa de desempleo (la cantidad de desempleados sobre la población económicamente activa).
La tasa de empleo, en otras
palabras, permite indicar qué porcentaje de trabajadores tienen
efectivamente empleo. Por ejemplo: si la tasa de empleo de un país es del 84%,
quiere decir que 84 de cada 100 personas económicamente activas tienen empleo.
Las restantes 16 personas, en cambio, están desocupadas o en situación de paro;
la tasa de desempleo del país, por lo tanto, es del 16%.
En
este sentido hay que dejar claras varias cuestiones. La primera de ellas es que
la población ocupada viene a referirse a toda esa población activa, de 16 años
en adelante, que tiene un trabajo ya sea por cuenta ajena o propia y que ha
recibido una retribución por él. En este sentido, también se incluye en esta
tipología a aquellas personas que consiguen un salario trabajando en la empresa
de un familiar con el que además conviven.
La
segunda cuestión que merece la pena dejar también clara es que la población
activa está formada por todas aquellas personas de un país concreto que tienen
un empleo o bien que se encuentran buscándolo en ese momento. De esta forma,
podríamos determinar que bajo el paraguas de esa denominación se encuentran,
por tanto, dos grupos claramente delimitados: los empleados y los desempleados.
Es
interesante tener claro que a la hora de determinar el porcentaje y las cifras
exactas de población activa de una nación se tiene que recurrir a las entidades
que específicamente se encargan de ello. Este sería el caso, por ejemplo, en
España del Instituto Nacional de Estadística (INE) que tiene como misión el
calcular diversos valores como la tasa de actividad o empleo en base a
criterios tales como las comunidades autónomas, el sexo, la edad…
Actualmente,
debido a la crisis económica que está asolando el mundo, hay que reconocer que
las tasas de empleo en muchos países han llegado a registrar hitos históricos
lo que viene a dejar patente la gravedad de la situación.
Estas estadísticas nunca son
precisas. Un sujeto puede formar parte de la población económicamente activa y
no tener trabajo porque no lo busca o no le interesa trabajar. Dicho individuo
será considerado como un desempleado pese a que, tal vez, exista la oferta
laboral suficiente para que forme parte del mercado.
La tasa de empleo también
puede vincularse a la noción de pleno empleo, un concepto económico que
supone que todas las personas en
edad laboral productiva que desean trabajar, tienen empleo. La demanda de
trabajo, por lo tanto, es igual a la oferta, lo que se refleja en una tasa de
empleo del 100% y una tasa de desempleo de 0.
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